Por una presencia igualitaria de las mujeres juezas en la Carrera Judicial.
La participación de las mujeres en la Administración de Justicia como juezas, no es un objetivo, sino una condición fundamental para alcanzar una justicia integradora con la adecuada aplicación de la perspectiva de género en la aplicación e interpretación del derecho, que se aplica cada día en los juzgados de cualquier lugar del mundo. La perspectiva de género en la Justicia afecta a la imparcialidad de las resoluciones al representar diferentes puntos de vista y amplía la perspectiva tradicionalmente masculina del derecho.
Ahora bien, la presencia de mujeres juezas en la carrera judicial no puede limitarse a la base de la justicia. En la mayoría de los países europeos, tal y como recoge las Naciones Unidas, hay más mujeres que hombres jueces, sin embargo, las mujeres representan el 41% de los jueces de los tribunales supremos nacionales y solo el 25% de las presidencias de los tribunales. España no es una excepción: en el año 2022 el número de juezas en activo ascendía a 2.918 frente a 2.402 jueces, pero el techo de cristal se mantiene intacto año tras año, apertura judicial tras apertura judicial.
Los datos publicados en el mes de octubre de 2023 por el Consejo General del Poder Judicial son clarificadores: ninguna mujer preside una sala del Tribunal Supremo, las magistradas del Tribunal Suprema representan el 22,58% siendo llamativo que en la Sala de lo Civil tan solo hay una magistrada en el ámbito de los Tribunales Superiores de Justicia, tan solo hay dos mujeres presidentas de un total de 17 tribunales y en el ámbito de las Audiencias Provinciales, hay ocho mujeres presidentas de un total de 50 audiencias.
Y como último episodio en la imagen de la justicia, el pasado 14 de febrero de 2024, ingresaron oficialmente a la carrera judicial quienes integran la 72ª promoción de la carrera judicail. De ese total, 119 (74,37%) son mujeres y 41 (25,62%) hombres, pero, como imagen impactante, quienes hicieron entrega de los despachos eran todos hombres y todos, menos uno, ocupantes de cargos discrecionales.
Desde AMJE hemos denunciado esta situación desde nuestra creación: cuando miramos hacia arriba en la estructura judicial y analizamos quiénes ocupan los cargos de poder y de decisión, las mujeres juezas no estamos representadas de manera igualitaria.
Se necesitan planes y estrategias específicos para garantizar el acceso igualitario de las mujeres en todos los niveles de justicia, planes que se ejecuten y no se conviertan en mero papel para coleccionar. No nos sirven excusas ni podemos esperar más tiempo, porque ni las excusas ni el paso del tiempo van a remediar esta situación.
No podemos olvidarnos, en este día internacional, de todas las compañeras que en diferentes lugares del mundo luchan por pertenecer a poderes judiciales que las incluyan en plena igualdad de condiciones y en especial, a nuestras compañeras juezas de Afganistán y de Gaza.