Preocupadas y conmocionadas por los asesinatos, violencia y violaciones de derechos en Gaza, alzamos nuestra voz, convencidas de que la acción feminista, la solidaridad y la defensa del derecho internacional de los derechos humanos salva vidas y contribuye a la paz.
Según datos de Naciones Unidas sobre la masacre en Gaza desde el 7 de octubre, el 70% de los muertos son mujeres, niñas y niños. El Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas (CRC), ha señalado que todos los niños y niñas que viven en la Franja de Gaza han perdido su infancia. La información y datos son incontestables y superan lo ideológico.
El desmedido impacto sobre las niñas, niños, adolescentes y sobre las mujeres, muy especialmente sobre las mujeres embarazadas y parturientas, son prueba de una violencia descarnada contra la humanidad, dirigida además a impedir que crezcan más vidas humanas. La Corte Internacional de Justicia, en su fallo de 26 de enero de 2024, tras la demanda de Sudáfrica, constató que es plausible que Israel esté ejecutando un genocidio.
Las cifras nos hablan de muerte, terror, traumas, amputaciones, epidemias, sed, hambre, desnutrición; de toda una población atrapada, sin escapatoria, en una tierra devastada por los bombardeos. No solo se impide la asistencia médica y la ayuda humanitaria, sino que se niega el propio derecho internacional humanitario.
El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), ha reclamado un alto el fuego inmediato y ha destacado la necesidad del liderazgo y toma de decisiones de las mujeres para el diálogo y la consolidación de la paz.
Como no podemos mirar para otro lado, negamos nuestro consentimiento a la deshumanización de las mujeres, hombres, la infancia y adolescencia palestina. Este ha sido el germen de la Jornada solidaria Gaza: mujeres sin tregua, que se une a otras muchas iniciativas de lucha pacífica contra la lógica de las armas y la destrucción de la vida.
Esta Jornada es un llamamiento a la acción, una oportunidad para colaborar y un reconocimiento a la contribución para la paz, el trabajo por los derechos humanos y los avances impulsados por las mujeres palestinas. a quienes, por más que nos separen miles de kilómetros, sentimos cerca.